Esta mañana he participado en un librofórum sobre mi novela juvenil "Días de lobos" (Bruño, 2010) en el instituto de secundaria "Nicolás Copérnico" de Parla, al sur de Madrid. Los destinatarios del encuentro literario han sido los alumnos de 1º de ESO, que esperaban el encuentro con ilusión después de las vacaciones de Navidad.
Previamente, los alumnos dirigidos por sus profesores han estado trabajando la novela en clase, incluso leyendo algunas de sus páginas rodeados de velas o de linternas, creando una atmósfera mágica y motivadora. Además, han elaborado carteles de bienvenida, reseñas para revistas y fichas de lectura... ¡Todo un detalle!
El encuentro directo con los lectores siempre es enriquecedor y gratificante. La botella que se arrojó al mar con un mensaje dentro, por fin, ha llegado a su destino.
No es verdad que se escriba para nadie o para abstractos lectores implícitos. Siempre se escribe para alguien, para personas concretas. En este caso, adolescentes que con mayor o menor interés te miran mientras cuentas anécdotas sobre la elaboración de tu libro.
Gracias a todos los profesores del departamento de Lengua y literatura del IES Nicolás Copérnico por haberme invitado a su centro.
Previamente, los alumnos dirigidos por sus profesores han estado trabajando la novela en clase, incluso leyendo algunas de sus páginas rodeados de velas o de linternas, creando una atmósfera mágica y motivadora. Además, han elaborado carteles de bienvenida, reseñas para revistas y fichas de lectura... ¡Todo un detalle!
El encuentro directo con los lectores siempre es enriquecedor y gratificante. La botella que se arrojó al mar con un mensaje dentro, por fin, ha llegado a su destino.
No es verdad que se escriba para nadie o para abstractos lectores implícitos. Siempre se escribe para alguien, para personas concretas. En este caso, adolescentes que con mayor o menor interés te miran mientras cuentas anécdotas sobre la elaboración de tu libro.
Gracias a todos los profesores del departamento de Lengua y literatura del IES Nicolás Copérnico por haberme invitado a su centro.
Tienes razón. El lector siempre está presente en la mente del escritor y condiciona su trabajo. Está genial hablar con los adolescentes lectores. Se aprende tanto de ellos. Además, seguro que te lo has pasado muy bien en el encuentro.
ResponderEliminarGracias, César.
EliminarSiempre se aprende en esos encuentros, como dices.
Los libros que un día escribiste y que parecían olvidados, de pronto, recobran vida.
Quizás eso sea lo mejor de los encuentros.
Un abrazo.