A lo largo de la historia, los escritores han dado muchas respuestas distintas a esta pregunta que asalta al escritor, sobre todo, en los momentos de desánimo.
Unos, como el refinado Juan Ramón, aseguraban escribir para una "minoría", selecta y pura, para los mejores, es decir, sólo para los poetas.
Otros que vinieron luego, disfrazados de obreros y con mono de faena, afirmaron hacerlo para la "mayoría", que sale por la mañana a trabajar con un libro o , ahora, con un e-book debajo del brazo.
Unos pocos, quizás más sinceros, dicen hacerlo sólo para "sí mismos".Necesitan ganar dinero para vivir. Es totalmente lícito.
Los profesores universitarios, pedantes y "desliteraturizados", afirman que simpre se escibe para alguien, que en toda obra literaria hay siempre un lector abstracto e implícito.
Hoy, por casualidad, he encontrado unos versos de Vicente Aleixandre, siempre tan lúcido y elegante. He aquí la cita:
"Para todos escribo. Para los que no me leen sobre todo escribo.
Uno a uno, y la muchedumbre. Y para los pechos y para las bocas
y para los oídos donde, sin oírme, está mi palabra".
Estoy de acuerdo.
Estoy de acuerdo.
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