ACONTECIMIENTOS

Un buen relato no es aquel que nos cuenta una bonita historia de un personaje más o menos interesante, sino el que nos narra un verdadero acontecimiento, que no deja indiferente al lector. Pienso, por ejemplo, en la metamorfosis que experimenta Gregorio Samsa en la célebre novela de Kafka o en el descubrimiento fatal del protagonista de "La perla" (Steinbeck). Me refiero, por supuesto, a acontecimientos de este tipo.
Según el diccionario de la RAE, acontecimiento es cualquier hecho o suceso que reviste importancia. Para nosotros, acontecimiento significa sobre todo cambio, giro profundo e inesperado, ruptura que marca con nitidez un antes y un después.Esto quizás explica por qué muchas novelas arrancan con un accidente de tráfico, una separación de pareja, una muerte o un viaje que se ha de emprender.
El cambio no debe ser  solo un giro brusco en la trama, sino que también debe afectar al subsuelo del relato, modificar por dentro al protagonista, incluso transformar al lector.
Además, cada capítulo o escena de la narración debe poseer un acontecimiento en miniatura, hecho a escala. Si logramos eso, el relato fluirá lleno de sentido y emoción. Ya tendremos casi todo conseguido y el lector, además, lo agradecerá.