A pesar de la crisis que sufre en la actualidad el libro en papel, la literatura infantil y juvenil (LIJ) parece ser una isla afortunada, ajena al profundo terremoto que está sacudiendo al mundo editorial.
Y es cierto.
Jamás se han editado tantos libros juveniles como ahora. Jamás ha tenido tanto prestigio la etiqueta de "juvenil". Jamás ha poseído tantos lectores, que se sienten identificados con el género.
Sin embargo, la LIJ actual también se caracteriza por ser leve y superficial, es decir, "ligera". Busca sobre todo el puro entretenimiento y rehuye tratar los grandes problemas que anidan de forma inevitable en el corazón de todo adolescente. Persigue, sobre todo, entretener, y nada más.
En el fondo, creo que lo que se pretende con ella es fomentar el consumo ( la literatura "best-seller") y no educar en los gustos literarios, ni plantear ninguna cuestión trascendente.
Pero todo esto que os cuento, ¿a quién le importa?
¿Qué más da que los autores de éxito sean "lijeros" o "ligeros"?
Y sobre todo, ¿a quién le importa la calidad de la LIJ actual?
Miguel, feliz día internacional de la LIJ, y ánimo con esos recortes... Saludos, S.
ResponderEliminarGracias, Alba, por tu comentario y por importarte la calidad de la novela juvenil.
ResponderEliminarHace falta lectores con criterio y exigentes.Y tú eres uno de ellos.
Un saludo. MLS
Feliz día internacional de la LIJ también para ti, Susana. Saludos. MLS
ResponderEliminarA la literatura ligera se la lleva el viento.
ResponderEliminarImagino que el tiempo/viento separará, como siempre, el grano de la paja.
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