viernes, 12 de noviembre de 2010

LYJ COMPROMETIDA

Una vez oí decir a Fernando Marías que escribió una novela sobre los atentados del 11-M y que ninguna editorial se la quiso publicar. Fue una experiencia frustrante; pero también, aseguró, por la que cualquier escritor ha tenido que pasar alguna vez.
La negativa no dependía de la calidad literaria de la obra, sino de lo "problemático" del tema. Era un tabú, un asunto que no se debía tratar y menos aún en la Literatura juvenil.
Las editoriales suelen preferir novelas de género: de fantasías al estilo "gallego", de vampiros estilizados y sin maldad, de misterio o de intriga, de mascotas metidas a detectives sabuesos,... Esa es la línea. Lo de siempre, vamos. Lo que no molesta, ni compromete a nada.
A veces, es verdad, una novela juvenil  de las que se consideran "comprometidas" gana algún premio, para que no se diga que no se transmiten valores. Pero siempre - y eso conviene no olvidarlo- debe estar dentro de lo políticamente correcto. Nada de transgredir o de ir contracorriente.
Seguramente, las editoriales tienen razón. El principal objetivo de la LYJ debe ser ayudar a los chicos y chicas a leer, a disfrutar de los libros, y las novelas de género cumplen perfectamente ese cometido.¿No es suficiente?
Sin embargo, siempre será una literatura escapista, alejada de los problemas del mundo, encerrada en una frágil burbuja, muy parecida a Neverland.

1 comentario:

  1. Bueno, esto no sólo sucede en la literatura infantil y juvenil. A todos los niveles. Estamos en la sociedad de lo políticamente correcto. El otro día leí en un blog que no le publicaban un libro infantil porque la madre del protagonista salía barriendo y haciendo las tareas del hogar.
    Por favor, dejemos que exista la libertad, odio los pensamientos únicos de antes y de ahora. Para eso, hay que correr riesgos.

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