viernes, 15 de abril de 2011

NO DEBÍ HACERLO


Mis ojos están abiertos, fijos en el techo. No puedo dormir. ¿Quién podría hacerlo en mi estado? 
A las dudas y el cansancio se une el pánico. Un miedo profundo y visceral, que me quita las ganas de vivir.
No debí hacerlo, lo sé. Pero ahora... ¿Qué mas da? Fue un momento de locura, de ceguera. Todo pasó muy rápido. Él no debió decirme eso. Sabe muy bien que soy celosa, demasiado posesiva, que no soporto la sombra de la duda.
También sé que él me llamará, estoy segura. Esa es siempre su forma de actuar. Me pedirá perdón como un niño, de rodillas. Me pedirá otra oportunidad, que olvide lo que dijo. Pero yo no se la podré dar.
Todo ya es inútil. Tengo los ojos abiertos, fijos en el techo. Solo deseo que venga pronto. 
Con sus manos temblorosas, él me los cerrará.

2 comentarios:

  1. Es un buen relato, con múltiples interpretaciones. Me gusta.

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  2. No es más que un ejercicio, algo que surge de repente tras leer una frase o un párrafo.
    Me alegro de que guste.

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