UNA EXTRAÑA PAREJA DE BAILE

Lectura y escritura forman una extraña "pareja de baile". En la pista, como dos jóvenes enamorados, avanzan de la mano al ritmo de la música. Mientras se mueven con armonía, sus ojos nunca se pierden de vista. Cada mirada sabe que necesita de la otra. Mutuamente,  se sostienen y se alimentan. Crecen juntos y crean belleza.
Quizás la primera en salir a la pista de baile fue la lectura. Se desprendió pronto de las enseñanzas de la escuela y se adentró por nuevos caminos para descubrir lo que había oculto tras las letras.
Luego, de improviso, apareció la escritura. Quería imitar a los autores que su compañera de baile leía a escondidas. La escritura no consistía solo en ordenar las letras, sino en dar nuevos significados a las palabras y en expresarse libremente con ellas.
Hay momentos, como ahora que bailan juntos en la pista, que no hace falta nada más para gozar de la vida. Al verlos, uno siente que el mundo está bien hecho, que la felicidad también  es posible.
Aunque fuera del salón de baile, negras nubes de tormenta les esperan.