viernes, 21 de enero de 2011

DE LECTORES, SEGUIDORES Y FANS


De siempre los artistas, incluidos por supuesto los escritores, han sido algo vanidosos y con tendencia al narcisismo. Quizás para compensar la angustia de crear en soledad o de abrir invisibles puertas en el vacío.
Al inicio, todo escritor joven busca un lector ideal que le comprenda, que comporta como un amigo o una  fiel compañera sus delirios y fantasías.
Pero el escritor crece, se hace famoso gracias a un libro que creía descartado y malogrado, y empieza tener seguidores a los que no conoce y, sobre todo, fans.
Desde lejos, todos estos conceptos pueden parecer lo mismo; pero, evidentemente, no lo son.
Un verdadero lector puede leer libros de todo tipo, que le pueden parecer interesantes, pero nunca caerá en el fanatismo. No se casará nunca con nadie.
Sin embargo, el fans siempre leerá obras de un mismo autor o de género similar, sin mucho juicio crítico.
Con el auge de las redes sociales, tener seguidores y fans se ha convertido casi en una obligación del escritor postmoderno. En el mundillo literario, por ejemplo, no eres nadie si no tienes más de mil amigos en Facebook. De hecho, cuando alguno lo consigue, monta una fiesta virtual por todo lo alto, llena de comentarios y de serpentinas  para "compartir".
A mí, personalmente, me gustaría tener más lectores que fans. Sin embargo, sigo siendo un gorrión solitario en el tejado, al que casi nadie quiere escuchar.

2 comentarios:

  1. Hombre, somos unos cuantos los que te escuchamos y leemos, y no como fans, sino como lectores. Un abrazo.

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  2. Ya lo sé, Julio.
    Lo que quería decir en la entrada, aunque quizás no me he explicado bien,es que los escritores se parecen cada vez más a superestrellas del fútbol o del pop.
    Las redes sociales son sólo la muestra de ello, su espejo.

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