lunes, 24 de septiembre de 2012

COMO PLANTAR UN BOSQUE


Según el escritor japonés Haruki Murakami, " escribir novelas es como plantar un bosque".
Exigen muchísimo tiempo y energía. Quizás el lector las devoré en una sola sesión de lectura, pero detrás de ellas hay varios meses o años de trabajo,  es decir, muchas horas robadas al sueño.
En la novela es difícil improvisar o experimentar. Cualquier cambio afecta a todo el sistema y mejor no tocar ningún personaje. Una pequeña variación, sobre todo al final, puede obligar a reescribir todo lo escrito. En definitiva, casi a empezar de nuevo.
Para escribir una novela hace falta tesón y voluntad. No basta con "tener inspiración", es decir, un momento de lucidez. Se trata de un trabajo duro, que obliga a mancharse las manos y a acudir a la "obra" todos los días, incluso los festivos.
Por eso, los escritores muchas veces prefieren escribir cuentos. Se parecen más a un fogonazo, a una luz vespertina que declina inundándonos de belleza. Los cuentos producen más placer y menos sufrimiento.
Os confieso que ahora mismo tengo una novela a medias. No confío del todo en ella. Me parece demasiado sentimental, que a nadie va a interesar.
Me resisto a escribirla, a continuarla.
Pero también escucho una voz que me dice:
"No puedes olvidarte de mí. Todavía te quedan muchas cosas que contar".

miércoles, 12 de septiembre de 2012

LITERATURA "ADOLESCENTE"



LITERATURA  “ ADOLESCENTE” 


                La literatura juvenil es por naturaleza “adolescente”. Y no me refiero sólo a que vaya dirigida a esa franja de edad o a que sus autores sean cada vez más jóvenes. Digo que la LIJ es sobre todo adolescente, porque en su mayoría se trata de una literatura en camino, de formación o en proceso, que todavía no ha conseguido llegar a su fin o plenitud artística. Según lo veo yo, se trata de una literatura incompleta, que adolece de determinados  ingredientes o elementos, como intentaré demostrar.
                Es verdad que la LIJ española goza en la actualidad de buena salud. Jamás se han editado tantos libros juveniles como ahora. Jamás ha tenido tanto prestigio la etiqueta de "juvenil". Jamás ha poseído tantos lectores, que se sienten identificados con el género. Sin embargo,  no podemos caer en el triunfalismo autocomplaciente.  La LIJ española también presenta muchas carencias o deficiencias.
¿Cuáles?...
                La LIJ española , por ejemplo, no hay sido capaz de crear un clásico universal. A pesar de las numerosas novelas publicadas durante décadas, en nuestro catálogo de títulos nunca encontraremos obras como Harry Potter, La historia interminable, Pipi Calzaslargas, Peter Pan,Matilda. Nuestras mayores aportaciones a la literatura universal han sido Marcelino Pan y Vino o Manolito Gafotas , con lo que creo que está todo dicho. La literatura juvenil española – es verdad-  goza de calidad suficiente para competir internacionalmente. Está preparada para jugar la “Champions League”,  pero está  muy lejos de ganarla.
La LIJ actual también se caracteriza por ser leve y superficial, es decir, "ligera". Busca sobre todo el puro entretenimiento y rehuye tratar los grandes problemas que anidan de forma inevitable en el corazón  humano, especialmente  durante la adolescencia. En general, persigue entretener  y nada más.  Se trata de una literatura evasiva y no conflictiva (a l estilo, por ejemplo, de “El guardián entre el centeno” de Salinger). En el fondo, creo que lo que se pretende con ella es fomentar el consumo (la literatura "best-seller") y no educar los gustos literarios, ni plantear ninguna cuestión trascendente.  
Asimismo,  parece que a la LIJ española actual le falta originalidad. Si uno observa  en un gran almacén los títulos expuestos en las estanterías, se dará cuenta rápidamente que las portadas son muy parecidas, incluso que el contenido de las novelas es intercambiable. En general,  se siguen modas internacionales, de antemano conocidas. Se escribe pensando en lo que se lleva en cada momento, imitando las obras de éxito. También los lectores parecen demandar lo mismo. No hay inquietud. No se quiere ir más allá. Nadie desea adentrarse en una literatura distinta. El público parece querer leer siempre el mismo libro o, por lo menos, del mismo género. (Esto puede explicar el fenómeno de las sagas en la novela juvenil, mucho más extraño en la literatura de adultos).
En definitiva, yo creo que la literatura juvenil es un medio o un puente para llegar a otra literatura más elevada, que no es el final del camino para un lector. Está muy bien que los chicos y chicas de instituto, por ejemplo, lean novelas juveniles. Sin embargo, es una pena que con treinta años o más  sigan leyendo sólo libros de este tipo.

Pero todo esto que os cuento, ¿a quién le importa?

sábado, 8 de septiembre de 2012

PALABRAS VIVAS


La próxima semana voy a participar como jurado en un concurso literario, organizado por una asociación cultural de un pueblo de las afueras de Madrid.
La verdad que me resulta extraño encontrarme al otro lado, juzgando relatos y no escribiéndolos palabra a palabra, con el sudor de la frente, como si fueran los pesados ladrillos de un muro.
Al leer y juzgar los cuentos participantes, descubro que la primera impresión es la definitiva, la que te dice si una narración merece la pena o si es mejor olvidarse rápidamente de ella. Luego, casi sin querer, viene la reflexión: ¿qué es lo que hace que un relato sea bueno o malo?
 Si os soy sincero, no lo sé.
A lo mejor - me digo- en muchos relatos falta originalidad, ideas de peso, trasfondo detrás de las hojas roturadas con tinta. Unos minutos después, en cambio, pienso en la ausencia de estilo, de personalidad, de un lenguaje propio.
Después de unas horas dando vueltas al asunto, creo que mi "ideal" de relato es el siguiente: un cuento debe estar escrito con palabras "vivas",  es decir, el estilo debe formar parte del contenido y la temática  debe fundirse inexorablemente, como las caras de una moneda, con la estética empleada.
Seguramente, en los relatos que he leído durante este verano, falta calidad. En su mayoría son narraciones fallidas, bocetos de obras mejores, típicas de escritores principiantes. Sin embargo, en todas ellas, he encontrado ilusión, arte sin comercio y amor por la palabra.
En definitiva, literatura pura.

viernes, 31 de agosto de 2012

EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO


El verano es como un sueño.
Ahora que se acaba irremediablemente, sus imágenes se superponen en la mente creando una narración onírica, donde la luz, el agua y las alas de un pájaro se funden bajo un cielo límpido.
Durante este tiempo, uno ha tenido la sensación de haber estado dormido. Se ha escrito poco y leído apenas.Pero el verano está para eso. Para vivirlo. Para ir de un sitio a otro. Para descansar lo que se pueda. Para levantarse tarde. Para verlo todo con los ojos muy abiertos,  a pesar del fuerte sol que nos ciega...
El verano es fecundo. Deja huella en el alma, en nuestra memoria, en nuestra fábrica de sueños.Algunas de sus imágenes, como si fueran fotogramas de un filme, se parecen mucho a semillas de cuentos, dispuestas en cualquier momento a brotar y a crecer sin medida.
Ahora solo queda soñar el verano, soñar de nuevo el sueño.
En definitiva, no queda más remedio que escribir.

viernes, 24 de agosto de 2012

LA "ESPIRAL" DE LA GUERRA


Desde que escribí mi novela "La espiral de los sueños" (Palabra, 2011) me gusta visitar  los escenarios donde transcurrió la Guerra Civil en la sierra de Guadarrama. En su mayoría son lugares solitarios, casi siempre en ruinas o demolidos, únicamente habitados por lagartos y fantasmas, quizás como Piter, el soldado que protagoniza mi libro.
Gracias a mi amigo Antonio Marín, esta mañana he recorrido las fortificaciones y trincheras de el cerro de los Puercos (Valsaín), donde tuvo lugar la "Batalla de La Granja".  Desde allí, las vistas de la sierra son espléndidas: Peñalara, Siete Picos, Montón de Trigo, la Mujer Muerta al fondo... Un excelente mirador de la  vertiente segoviana. Merece la pena subir hasta allí.
Mientras los niños juegan a esconderse entre las ruinas, persiguiéndose con imaginarias pistolas de madera, uno piensa en lo que ocurrió en este mismo lugar hace más de setenta años. Sabe que pisa un lugar maldito, un lugar donde hubo sangre y sufrimiento, un lugar donde la naturaleza va borrando poco a poco las huellas del pasado, de forma eficaz e inalterable.

En uno de los muros de piedra, semiborrado por la lluvia y el paso del tiempo, había un pequeño texto grabado en la piedra por un cabo de la 1ºcompañía en agosto de 1937. Su letra era clara y redondeada, como de un maestro de escuela. Su caligrafía esmerada, sin querer, se ha grabado a fuego en mi retina. 

miércoles, 25 de julio de 2012

16 OLÍMPICOS MUY, MUY IMPORTANTES


16 OLÍMPICOS MUY, MUY IMPORTANTES

CÉSAR FERNÁNDEZ GARCÍA ( Autor)
VIOLETA MONREAL (Ilustradora)
Editorial Bruño, 2012
Colección Saber Más
 
Ahora que se acercan los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la editorial Bruño publica un fantástico álbum para aquellos que quieran conocer los deportistas más importantes del mundo, que han participado en alguna de las Olimpiadas: Rafael Nadal,
Abebe Bikila, Carl Lewis, Nadia Comaneci, Yelena Isingáyeva, Jesse Owens, Emil Zátopec, Marc Spitz, Miguel Indurain... El libro incluye enlaces web para completar la información sobre cada deportista y contiene, además, seis objetos escondidos para descubrir en cada doble página.

El autor de esta obra es el escritor madrileño César Fernández García, gran amante del deporte, y la ilustradora, Violeta Monreal. 

¡Los Juegos Olímpicos son también un buen motivo para leer!

lunes, 23 de julio de 2012

PALABRAS ENVENENADAS


PALABRAS ENVENENADAS
MAITE CARRANZA
EDITORIAL EDEBÉ,2010


Confieso que no había leído antes nada de Maite Carranza y creo que he acertado con el libro PALABRAS ENVENENADAS, merecido ganador del Premio Edebé de literatura juvenil 2010 y del Premio Nacional de Literatura Juvenil 2011.
La novela nos cuenta la historia de Bárbara, una joven desaparecida y encerrada en un zulo, sometida a vejaciones y  a malos tratos por una mente deforme. Sin duda, se trata de un caso difícil y podrido, todavía no resuelto por la policía, a pesar de que han pasado cuatro años a oscuras.
Al veterano subinspector  Lozano, a punto de jubilarse, no le queda más remedio que ceder el caso a su sucesor, el  "prometedor" joven Sureda. En la desaparición de Bárbara hay varios sospechosos: Martín Borrás, ex novio de la chica; Jesús López, un profesor de su escuela; y unos tíos de la familia, con los que ha pasado las vacaciones en la infancia. Sin embargo, una misteriosa llamada telefónica hace que el caso se reavive y tome una dirección inesperada.
Aunque el libro presenta una trama policíaca bien estructurada, donde las piezas del rompecabezas poco a poco se van colocando en su sitio, no es lo más destacado de la obra. Desde mi punto de vista, lo mejor son las subtramas. La autora posee un don especial para analizar los sentimientos más secretos de los personajes, para introducirnos en los recovecos de sus mentes, lo que da verosimilitud al relato.  Su estilo es directo e intenso, obligando al lector a tener el corazón encogido. La prosa de Maite Carranza no es preciosista ni recargada, pero sí práctica y efectiva.
Además, la novela está muy bien rematada, con una escena final sacada de un guión de cine o de la mejor tragedia clásica.
En  definitiva, una lectura juvenil totalmente recomendable para este verano.