domingo, 13 de mayo de 2012

EL MAPA DEL CIELO


EL MAPA DEL CIELO

de FÉLIX J. PALMA

PLAZA & JANES EDITORES
AÑO 2012

                El mapa del cielo, la última y exitosa novela del escritor Félix J. Palma, tiene como motivo central la figura del escritor inglés H. G. Wells y su célebre libro “La guerra de los mundos”.  La novela  del autor de Sanlúcar de Barrameda debe entenderse, por tanto, como un homenaje literario o  una versión paralela de este clásico de ciencia-ficción.
                 La novela de Félix J. Palma puede leerse de forma autónoma  e independiente a  El  mapa del tiempo, pero el lector disfrutará mucho más de la obra si ha leído previamente la primera entrega de la saga, ya que las referencias y alusiones a ella son frecuentes. Por ejemplo, nos volveremos a encontrar con el Dueño del tiempo, esta vez transformado interiormente a causa del amor, o con el “heroico” capitán Skackleton.
                La novela arranca cuando Wells se dirige a tener una cita con el escritor americano Serviss, que ha tenido la osadía de “continuar” sin permiso La guerra de los mundos. Sin embargo, el encuentro no seguirá el curso esperado y ambos escritores terminarán visitando La cámara de las maravillas en los sótanos del Museo Británico. Allí encontrarán el cuerpo y la nave de un extraterrestre, ambos rescatados hace años en una exploración a la Antártida.  En realidad, el marciano se trata del Enviado, el nuevo “Mesías” que los alienígenas -infiltrados entre los hombres-  están esperando para comenzar la definitiva y monstruosa invasión de la Tierra.
                Mientras tanto, Wells recibe una carta de su enemigo mortal  Murray, en la que le pide un favor disparatado: reproducir una invasión marciana para enamorar a Emma Harlow, una joven, arrogante y testadura de la que está locamente enamorado. Obviamente,  el escritor se negará a la petición, pero los acontecimientos se tuercen y lo que el escritor inglés ha soñado en La guerra de los mundos se hará inexplicablemente realidad. Los marcianos aparecen justo donde él había predicho y muy pronto, si nadie lo impide, invadirán Londres y el resto de la Tierra.
                La trama que Félix J. Palma nos presenta en la novela es “increíble”, en el doble sentido de la palabra. Por un lado, el autor nos ofrece una historia totalmente insólita, gratuitamente ensamblada, sin ninguna intención de verosimilitud o realismo. Sin embargo, esto no debe considerarse un defecto si nos referimos a la narrativa de Palma.  Al contrario, precisamente ese argumento caprichoso y disparatado potencia su estética soñadora y fantástica, regalándonos un libro sorprendente, lleno de puntos de giro, donde “lo imposible se hace  posible”.
                Además, los motivos literarios que aparecen en la obra son numerosos: los relatos de misterio y aventuras de Poe, los viajes en el tiempo, el mito del vampiro,  la invasión de los extraterrestres, los sueños de Julio Verne a la Luna, el mito de Prometeo, la cueva de los tesoros, los folletines sentimentales, el hombre invisible, la obra de Dickens… Como en la Cámara de las maravillas que aparece en su libro, el autor parece empeñado en rescatar toda clase de misterios, prodigios y fantasías literarias, lo mejor que han creado las mentes visionarias del siglo XIX.
                Sin embargo, Palma ofrece una visión postmoderna y renovada de esos motivos literarios. Por ejemplo, al contrario que en la obra original de Wells, los alienígenas ya se hallan infiltrados en la Tierra, adoptando nuestra fisonomía y costumbres. No obstante, los “marcianos” siguen siendo  los monstruos venidos del espacio, bestias demoniacas y sin piedad, antagonistas y enemigos del hombre, ya que necesitan sus sueños y su sangre para vivir.
                Pero no todo en el libro es fantasía. En la novela también juega un papel importante el amor,  que es presentado como un sentimiento único del hombre, capaz de romper los límites del tiempo y  de ser  más fuerte que la muerte.  Por eso,  la invasión marciana también puede ser un momento  feliz,  una ocasión para sentir verdadero amor.
                Además de la temática fantástica y sentimental, otro elemento que caracteriza El mapa del cielo es el humor. Interesante es ese narrador cervantino, irónico y juguetón, que nos lleva de forma caprichosa de parte a parte del libro. Además, el libro presenta numerosas escenas grotescas y divertidas, como el beso que los amantes no llegan a darse, el ordeñamiento de una vaca en medio de la invasión marciana o el intercambio de misivas entre Emma y Murray.
                Si la obra quizás puede criticarse por su ligereza y ausencia de carga ideológica, en cuanto a los aspectos formales, la novela de Palma es sobresaliente. El autor talla las descripciones de lugares y personajes con precisión, domina los diálogos, utiliza imágenes  brillantes y originales, usa los adjetivos con maestría, dosifica la información de forma calculada, su prosa es caudalosa y sugerente… ¿Se puede pedir más?
                En definitiva, El Mapa del Cielo  es una obra digna de ser leída.  Como su maestro Wells, Palma consigue lo que pretende: hacer soñar al lector, despertar en él emociones, creando una realidad más excitante, un mundo más abierto, que no pone trabas a la imaginación.

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